¡Hola! Cristian nuevamente por aquí. En esta ocasión para contarte mi día a día con los cepillos de bambú.
En el capítulo anterior, te conté cómo descubrí la existencia de estos cepillos, y cómo su gran comodidad y sello ecológico me habían generado una excelente impresión.
Si no has leído la primera parte, te invito a revisar: descubriendo los cepillos de bambú.
Pues bien, ahora quiero compartir mi experiencia diaria usando este cepillo. Así, puedes conocer valiosos tips para su adecuado uso, cómo acceder a este producto de forma rápida y económica, y algunos errores que cometí.
Primeras semanas de uso: nada cambia respecto a los cepillos de dientes tradicionales
Cuando comencé a utilizar el cepillo de dientes de bambú que le regalaron a mi mamá (revisa el capítulo anterior para conocer más detalles), no hice diferencias respecto al uso de un cepillo de dientes tradicional.
Es decir, al utilizar este cepillo ecológico, durante las primeras semanas solo me centraba en disfrutar de la experiencia de cepillado que ofrecía este producto, así como en reconocer su valioso aporte en la reducción en el uso de plástico. Pero jamás pasó por mi cabeza realizar un cuidado especial.
Mis 2 errores al utilizar día a día un cepillo de bambú
Tras varias semanas, y cuando ya había normalizado el uso de mi cepillo de bambú, y no le prestaba tanta atención, me percaté que había recibido una inoportuna visita: noté en el mango de mi cepillo la pequeña pero evidente presencia de moho (no tanto como muestro en la imagen de ejemplo).

¿Por qué pasó esto? Fundamentalmente porque expuse mi cepillo a demasiada humedad, grave error para un producto de composición natural. Específicamente, cometí las siguientes fallas:
- Guardaba mi cepillo en el baño. Es decir, en un ambiente constantemente húmedo.
- ¡Aún peor! Dejaba a mi compañero bucal sostenible en un portavasos para cepillo (como muestro en la imagen), permitiendo que se acumule agua en el fondo. Esta fuente de humedad entraba en contacto directamente con la parte inferior del mango (de ahí la presencia de moho en esta zona).

Por supuesto, supe de estos errores recién cuando la presencia de microorganismos en mi cepillo me forzó a averiguar en internet un poco más sobre el adecuado uso de este producto.
Recomendaciones claves para el perfecto uso diario de un cepillo de bambú
¿Quieres evitar los errores que yo cometí al usar un cepillo de bambú? En el blog de sonrisasostenible.com (te invito a visitarlo detenidamente) puedes encontrar valiosos artículos sobre cómo hacer un efectivo uso de este producto.
En particular, te recomiendo leer con especial atención los siguientes contenidos:





Ahora bien, si ahora mismo no te sobre el tiempo, para resumir los puntos más relevantes, te invito a revisar y a grabar en tu mente los siguientes consejos (o apúntalos en un cuaderno o en tu dispositivo móvil):
- Enjuaga bien tu cepillo después de usarlo, para eliminar restos de comida o pasta de dientes.
- Sacúdelo intensamente por unos segundos para eliminar el agua. Después, sécalo suavemente con una toalla o papel higiénico.
- Guárdalo en un lugar seco y bien ventilado.
- Reemplázalo cada 3 o 4 meses, o antes si presenta un desgaste evidente.
- De forma periódica (1 o 2 veces por semana), desinfecta las cerdas de tu cepillo.
Si aplicas estos simples pero importantes consejos, podrás asegurar una excelente experiencia al usar cepillos de bambú. Así, lograrás extender su vida útil y disfrutar de una gran salud bucal.
En búsqueda de mi segundo cepillo de bambú: un tesoro no tan fácil de encontrar
Cuando apuestas por un cepillo de bambú tienes que enfrentar otro desafío: comprar de forma fácil y económica este producto. ¡Y créeme que no siempre es tan sencillo!
Cuando ya era tiempo de renovar mi primer cepillo de bambú (aquel que regalaron a mi mamá), se me hizo algo difícil comprar el segundo. La razón, la presencia de este producto escasea en supermercados y farmacias.
Por ejemplo, la primera vez que fui al supermercado para comprar este tipo de cepillo, no logré encontrarlo. Por más que revisaba el estante de productos de higiene bucal, no visualizaba ningún cepillo con mango de madera.
Mi decepción fue mucho más grande cuando asistí a dos farmacias y tampoco contaban con este producto. Aunque una de las personas que me atendió me dijo que de vez en cuando si llegaban a la tienda algunos sets de cepillos de bambú.
¡Estaba claro! tenía que recurrir nuevamente a Google para saber cómo podía encontrar este producto de forma rápida y económica.
Tiendas ecommerce y marcas ecológicas locales: claves para adquirir cepillos ecológicos
¿Dónde adquirir cepillos de bambú sin mayores inconvenientes? Esa fue la pregunta que tuve que resolver al no encontrar este producto en los lugares en los que suelo comprar.
Mi primera opción fue apostar por la compra digital de este producto. Sin embargo, los costos de envío más el tiempo de espera me hicieron dudar.
A partir de lo anterior, busqué un poco más en internet, y descubrí un par de tiendas ecológicas en mi ciudad que vendían cepillos de bambú. Desde ese momento, estas tiendas se han convertido en un lugar recurrente para comprar cepillos ecológicos (y también otros productos verdes).
Ahora bien, si buscas cepillos ecológicos con características muy específicas y de máxima calidad, internet y las tiendas online son una opción ideal (sobre todo si compras varias unidades a la vez para ahorrar costos). De hecho, en Sonrisa Sostenible puedes conocer distintas marcas de cepillos de dientes de bambú online.
Calendario de uso de mis cepillos de bambú: un poco (o bastante) nerd pero efectivo
En el proceso de compra de cepillos de bambú, quiero remarcar una acción que me ayuda con la oportuna renovación de este producto: tomo registro de las fechas en que comienzo a usar cada cepillo.
¿Sabías que los odontólogos recomiendan usar un cepillo de dientes entre 3 y 4 meses? Este tiempo abarca tanto cepillos convencionales de plástico como cepillos de bambú. Por ende, es muy importante que lo tengas en cuenta.
En mi caso, para no olvidarme de cambiar a tiempo mi cepillo, en una hoja EXCEL muy sencilla (que funciona como calendario), anoto la fecha de inicio en que comienzo a utilizar un cepillo de bambú, así como la fecha en que debería dejar de usarlo.
Se que es un poco nerd, y puede sonar algo exagerado, pero es un ayuda memoria muy práctico, sobre todo al ser bastante distraído. ¡Te recomiendo hacer lo mismo si sueles olvidar cosas o fechas con facilidad!
Mira, aquí te muestro una imagen de este archivo:

¿Te ha resultado de ayuda este relato? El uso de cepillos de bambú no es algo tan complicado, pero sí demanda ciertos cuidados básicos.
Por lo mismo, te animo a que tomes nota de mis errores, así como de los consejos que comparto para que puedas hacer el mejor uso de este producto.
También, para encontrar cepillos de forma ágil y económica, te animo a investigar sobre las marcas ecológicas presentes en tu ciudad o a visitar tiendas en línea (en Sonrisa Sostenible puedes descubrir productos de destacadas marcas).
Una última invitación. Si quieres saber cómo desechar cepillos de bambú de forma óptima, te invito a revisar la tercera y última parte de mi historia con estos productos ecológicos.
Mi experiencia con los cepillos de bambú


